Con el compromiso de hacer los trabajos para el desazolve del río Acalpican, el cumplimento de los acuerdos pactados y buscar frenar los derrames de presa de jales se conjuró el plantón que sostuvieron ejidatarios de Playa Azul en el playón de minas Las Truchas.
Tras una reunión de 4 horas, entre representantes de ArcelorMittal y ejidatarios, intercediendo para resolver el conflicto la dirección de gobernación del estado, la madrugada del miércoles fue levantado el campamento de 72 horas.
“Nosotros no intervenimos más allá de lo que es una mediación, sin embargo el punto que ellos plantearon como prioridades para el ejido llegaron a un convenio muy satisfactorio ambas partes para restablecer la vida normal tanto de la empresa como de los ejidatarios.” Informó Juan Carlos Becerra Beltrán, Director de Gobernación.
Dijo que hay fechas definidas para el cumplimiento de los acuerdos, las cuales no fueron reveladas por seguridad, ya que los demandantes recibirán el pago de 330 hectáreas donde la trasnacional podrá seguir depositando los residuos de las actividades mineras.
Reconoció que la calidad de vida de los habitantes es inherente al impacto de la extracción de mineral, “tiene muchísimos años desde que empezó la explotación del mineral y básicamente es una consecuencia de a lo mejor no darle el tratamiento adecuado.”
Apuntó que la negociación abre un parteaguas “Invariablemente hablo de un acuerdo integral, la empresa estará buscando ser una empresa socialmente responsable y bajo ese esquema habrá de no solamente responder a los ejidatarios sino al resto de la sociedad”.
Entre los acuerdos está también un terreno para la construcción de un salón de usos múltiples y la renta de una extensión de 30 hectáreas más para la extracción de mineral, además de la construcción de un pozo para abastecerles agua.
Cabe destacar que los ejidatarios modificaron el acuerdo de pavimentación de 1500 metros a calles en Playa Azul por la solicitud de adquirir un terreno para construir un salón, tras considerar el funcionario que “hay unos esquemas que habrían de trabajar con el ayuntamiento y que no son responsabilidad directa de la empresa”
Aún cuando los ejidatarios denunciaron que Presa de jales y la planta concentradora deben contar con una planta tratadora de aguas residuales para posteriormente confinarlas, a fin de no descargar las aguas crudas al río y a las parcelas, acción que sostuvieron les afectó 370 hectáreas de cultivos, esto no fue parte de la negociación.