Peligro Latente, Explota por Tercera Ocasión Ferroducto


  • Vecinos se manifiestan temerosos
  • 400 familias en eminente riesgo

    Otra explosión más registró hoy el ferroducto de la empresa  Arcelor Mirttal Hierro. Siniestro que llegó hasta la carretera federal La Mira- Arteaga donde quedó esparcido el hierro molido junto a la entrada a  minas, y frente a los centros habitacionales de las colonias Emiliano Zapata, Valle Bonito, La Huerta y San Francisco.

    Este hecho puso nuevamente en jaque a los habitantes, quienes viven bajo el temor de que pueda ocurrir el  hecho  sobre de sus casas por donde pasa la línea de hidrotransporte que recorre 27 kms desde las minas cercanas hasta el complejo siderúrgico en ciudad Lázaro Cárdenas.

    El ferroducto de 10 pulgadas de diámetro es un enlace clave en la transferencia de la pulpa ferrosa (concentrado de mineral de hierro) la cual llega hasta la planta peletizadora, a una razón de 400 toneladas por hora. Lo cual indica el peligro eminente que se encuentran los habitantes de La Mira.

    Ésta agresiones a su forma de vida por constantes explosiones y el colapso de sistemas de drenaje, contaminación del agua y en general deterioro del medio ambiente natural ha llevado a diversas manifestaciones a colonos de esta tenencia localizada a 15 kilómetros de la cabecera municipal.

    Tras la explosión a marchas forzadas, obreros de la productora de acero trabajaron sin cesar hasta recoger el lodo que generó el impacto registrado a bordo de carretera para con ello “tapar” el incidente originado por la explosión que esparció el hierro molido en la carretera.

    Al trasladarnos al lugar de los hechos pudimos apreciar que la explosión del ferroducto al parecer se debió a la falta de mantenimiento, incluso en algunos lados está a la intemperie la tubería que conduce el hierro molido hacia la planta peletizadora que se localiza en Lázaro Cárdenas.
    La Mira, con sus aproximadamente 40 mil habitantes, se debate entre el deterioro del medio ambiente, con la enorme mina a cielo abierto que está teniendo consecuencias, ya que «niños y adultos están sufriendo las consecuencias de las afectaciones por las mina, expresó Candelaria García Rodríguez, representante de las colonias El Ferroducto y Valle Bonito. Tras señalar que son aproximadamente 400 familias en eminente riesgo.

  • “La tierra cimbra, aunando al intenso olor nauseabundo que se respira dentro y fuera de nuestras viviendas porque las aguas residuales no tienen salida al estar colapsado el drenaje, mismo que instaló el ayuntamiento pero que por las descargas que realiza la empresa minera en la presa de Jales éste subió de nivel y produjo un sedimento contrario o desnivel de las aguas”. Expresó Ángel Sandoval, habitante del lugar.

    Alfredo Chávez, quien tiene viviendo desde 1973  en la colonia Valle Bonito Dijeron que el agua se estanca y se pudre creando ese olor característico que da origen a los focos de infección que públicamente son criaderos de mosquitos trasmisores del dengue hemorrágico, paludismo, meningutis y demás enfermedades ampliamente difundida por la Secretaría de Salud” y de las que, aseguran los habitantes, ya son víctimas.

    En 40 años las minas a cielo abierto han acabado con el entorno natural y generan problemas como desecación de fuentes acuíferas y marginación de toda cercanía con los servicios que ofrece el Estado,

    Mientras que la siderúrgica ha cambiado de manos oficialmente,  de ser Sicartsa, propiedad del Estado, pasó a ser parte del grupo regiomontano Villacero; actualmente es propiedad de una compañía hindú-inglesa encabezada por el empresario indio Lakshmi Mittal, el octavo hombre más rico del planeta y titular de la transnacional Mittal Steel. El canadiense William Chisholm funge como director general de ArcelorMittal México.

    Esta empresa comercializa el hierro extraído de las faldas de los cerros La Mira y Playa Azul, y los daños al entorno natural surgen del mecanismo mismo del traslado de la materia prima, pues -entre otras cosas- extraen agua de pozos naturales para enviar el hierro por un ferroducto de varios kilómetros, que concluye en Lázaro Cárdenas. Con este mecanismo evitan los gastos de flete. En otros tubos escupen los residuos ferrosos hacia la presa Jales.


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